26 marzo 2008

Corruptos: La Derecha Pisando el Mismo Palito





fotos: Carolina Plaza (Huechuraba), Gonzalo Cornejo (Recoleta), Mario Olavarría (Colina), alcaldes UDI cuestionados y por último el presidente UDI, Hernán Larraín.
El desalojo de la Concertación para ver más de lo mismo?
La alternancia por la alternancia para seguir en lo mismo?
Para esto quieren llegar al poder nuevamente?, después de haber estado 17 años con la dictadura y apoderarse de todo?
La derecha está siendo sacudida por graves casos de corrupción en municipios gobernados en especial por la UDI, paladín según ellos de la anticorrupción.
Pero la vara no es la misma para medir a sus socios y amigos. No. Ahora hay que esperar que la justicia actúe, nada se ha comprobado. Que increíble doble discurso del presidente de la UDI. y de todos aquellos que no han dudado de sembrar dudas y hundir antes de tiempo a cualquiera que se vea envuelto en cualquier problema, aunque sea un mero desorden administrativo y no de la desviación de 290 mil millones de pesos, como a muchos incautos la derecha ha pretendido que crean.
Pese a todo, sigo pensando que Chile no es un país corrupto, como lo avalan distintas mediciones internacionales. Un país corrupto es aquel donde el ladrón sigue haciendo de las suyas, donde la maquinaria corrupta es invariable. Acá en Chile el corrupto es pillado tarde o temprano, todo se investiga luego de las denuncias, y la sanción penal, moral (de la que se encargan los paladines de la anticorrupción) y política no tarda.
La corrupción no es propia del Gobierno ni de la Concertación oficialista. Alguna duda?.
La corrupción no es propiedad tampoco de un partido determinado. La corrupción ha existido siempre. Los corruptos han existido siempre.
Lo importante es no permitir que sigan ocurriendo estos hechos y que la justicia, como un poder autónomo pueda actuar y castigar esta clase de conductas que desprestigian aún más a los políticos de nuestro país.
La amenaza puede estar en lugares insospechados. El contralor Ramiro Mendoza destituyó hace pocos días a un alto funcionario del Departamento de Auditoría que habría dejado de cumplir su tarea de fiscalización en algunas comunas, entre ellas Huechuraba, y cuya actuación fue denunciada por el diputado socialista Fulvio Rossi.
La batalla por la probidad y la transparencia en el aparato del Estado es inseparable de la que debemos librar contra las malas costumbres en la sociedad. Al fin y al cabo, las instituciones y la comunidad respiran el mismo aire. Si un país rinde culto a la viveza y la pillería, tendrá obviamente instituciones en las que abunden los trucos. No olvidemos que en un caso de coima es tan culpable el que la recibe como el que la paga.
Es valioso que Chile cuente con un organismo como la Contraloría, pero su labor adolece de los defectos del viejo Estado que tenemos; no pocas veces los ritos burocráticos le impiden actuar a tiempo y eficazmente para enderezar lo torcido. La reforma de la Contraloría es clave para que el aparato estatal funcione de acuerdo a estrictas reglas de protección del interés social, cuyo cumplimiento esté por encima de las contingencias políticas.
La Agenda de Probidad que impulsa el Gobierno, en acuerdo con la oposición, es un gran avance. Están a punto de materializarse el sistema de protección de los funcionarios públicos que denuncien casos de corrupción, la ley de acceso a la información de carácter público y la constitución del Consejo de Transparencia, cuyos miembros serán elegidos por la Presidenta con acuerdo de los dos tercios del Senado y que podrá sancionar a cualquier funcionario público, incluso a los ministros de Estado. También entrará pronto en vigor la ley del lobby y se encuentra en la Cámara el proyecto para aumentar los poderes de la Alta Dirección Pública, que selecciona con criterio técnico los altos cargos. Este año deberían aprobarse la ley que regula el gasto electoral y un paquete de reformas entre las que figura la ley de fideicomiso ciego, que debería aportar claridad a la relación entre la política y los negocios.
En este contexto, necesitamos combatir la corrupción seriamente, lo que es distinto de hacer show para la galería. No se puede meter en un mismo saco la ineptitud administrativa y la falta de probidad. Un funcionario puede ser torpe, pero no ladrón. Hay que tratar de no cometer injusticias.
Debemos medir todas las faltas con la misma vara. Buscar escándalos para golpear a los adversarios y, a la vez, tapar aquello que afecta a los amigos, no le sirve a Chile para ganar la batalla por la decencia. La corrupción debe combatirse siempre y en todo lugar.
No importa el partido político de quienes violan la ética funcionaria. La sociedad tiene que defenderse por igual de todas las agresiones.

DEFENDAMOS A LA MINISTRA YASNA PROVOSTE DE ESTA GRAN INJUSTICIA.
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15 marzo 2008

Semana Santa

Debo aclarar que el nombre de mi blog no tiene nada que ver con mi condición de cristiano católico. Es sólo eso un nombre llamativo y nada más.
Semana Santa representa el momento más intenso y significativo para el mundo cristiano, para los católicos en especial. Es la oportunidad para que todos celebremos con fe y devoción la pasión, muerte y resurrección de Jesús, hechos centrales de nuestra fe que, una vez más, se reactualizan en el largo recorrido de estos 2008 años de historia.
Mi país Chile en conjunto con el resto de Iberoamérica es mayoritariamente de religión católica. Sin embargo es triste constatar que cuando se acerca la celebración de la Semana Santa, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión.
No voy a profundizar acerca del sentido que ésta semana tiene, pero muchos “católicos” se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.
La semana Santa se inicia con el Domingo de Ramos que celebra la entrada de Jesús a Jerusalén y culmina con el Domingo de Pascua o de Resurrección.
La fecha de celebración de la Semana Santa es distinta cada año, porque el Viernes Santo debe ser el viernes posterior a la primera Luna llena de Primavera. Por ello puede celebrarse tan temprano como este 21 de marzo, o tan tarde como un 23 de abril.
Si alguien quiere profundizar y entender algo más del significado de Semana Santa, los invito a leer lo que publiqué en abril de 2006:
Por ser algo de profunda reflexión personal, es que este post tendrá inhabilitado la opción de comentarios, pues mi propósito es entregar, desde mi punto de fe, la importancia y significado de esta semana.

11 marzo 2008

Zaldívar Presidente del Senado


Adolfo Zaldívar asumirá la presidencia del Senado con los votos de la derecha. Será su momento de gloria. En términos de rango constitucional, se convertirá en la segunda autoridad del país. El 19 de septiembre estará al lado de la Presidenta Michelle Bachelet y los comandantes en jefe de las FFAA presidiendo la Parada.
El ministro del Interior Edmundo Pérez Yoma dijo que esperaba que Zaldívar supiera comportarse de acuerdo a la dignidad del cargo. Es un buen deseo, además de un mensaje, pero el senador por Aysén tiene una manera conocida de hacer política y seguramente no desperdiciará la oportunidad de ser un protagonista desafiante. Estará obligado a guardar ciertas formas en la relación con La Moneda y las bancadas concertacionistas, pero aprovechará la amplificación que ahora tendrá su voz. Aunque carece de fuerza propia en el Senado (él está solo, junto a otros tres solitarios, en un "comité independiente"), no será un presidente de administración, sino un político beligerante. Atacará con dureza a la coalición gobernante, lo que será la mejor forma de garantizar a sus nuevos aliados que él es confiable.
En los últimos años, Zaldívar se presentó como un crítico de la Concertación desde posiciones supuestamente avanzadas en el terreno social, para lo cual fustigaba a quienes, en su opinión, se dejaban llevar por la lógica del mercado. Sus objeciones al "modelo económico", nunca suficientemente nítidas, se expresaban como rechazo a los grupos económicos e identificación con una especie de nuevo estatismo, muy distante de la línea neoliberal de la Alianza. Sin embargo, ahí lo tenemos ahora, embarcado con la derecha en un acuerdo que sólo se sustenta en los cálculos de poder. Seguramente cree que el astuto es él y que podrá hacer su propio "negocio", pero a la hora de la verdad, su acción será funcional al objetivo de la Alianza de preparar "el asalto final" a La Moneda.
Zaldívar ha contribuido a aclarar el panorama. No podrá presentarse ahora como un defensor consecuente de los principios que lo inspiraron a entrar a la política hace más de 40 años. Para todos los efectos, ha sido cooptado por los adversarios tradicionales de la DC. Respecto del Gobierno de la Presidenta Bachelet, ya no es un quintacolumnista, sino un opositor a cara descubierta.
Cuando Zaldívar fue expulsado de la DC muchos creyeron que él buscaría disputar la representación del ideario socialcristiano ante las bases partidarias, pero su alineamiento con la derecha ahorra la presentación de pruebas en su contra. La directiva de Soledad Alvear debería tener hoy menos dificultades para demostrar que él simplemente se pasó a la vereda del frente.
Se entiende mejor ahora la actitud de Zaldívar en los últimos años, cuando declaraba una y otra vez que la Concertación estaba muerta y hacía todo lo posible para que su profecía se cumpliera. Su deseo íntimo era enterrar a la coalición que ha gobernado exitosamente con Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet.
En todo caso, la DC tiene un duro reto por delante. Necesita probar ante los ciudadanos que mantiene plena vigencia política y posee capacidad de regeneración moral y cultural. Dentro de 7 meses tendrá que demostrarlo en las urnas.
El mismo reto tienen los demás partidos de la Concertación. Frente a una sociedad más crítica y exigente, deben ofrecer evidencias sólidas de que no se han dormido en los laureles del pasado y conservan suficiente sentido autocrítico como para neutralizar las amenazas que derivan de su prolongada permanencia en el Gobierno, entre ellas la posibilidad de ser atrapados por la inercia burocrática de la administración del poder. Lo más grave es, por supuesto, el riesgo de caer en una actitud de dejadez ética, caso en el cual la declinación será inevitable.
Se puede apostar a que Adolfo Zaldívar será candidato presidencial el próximo año. Ha soñado mucho tiempo con esa perspectiva. En la DC no pudo conseguir que lo proclamaran. Hoy, la presidencia del Senado le ofrece una inmejorable plataforma para proyectarse hacia la gran competencia. A la derecha no le preocupará mayormente su postulación, ya que no hay peligro de que le quite votación a Piñera o Lavín; en cambio, puede prestar un precioso servicio al convertirse en otro espolón contra la Concertación y tratar de capturar una parte del electorado de la DC.
En la política están siempre presentes las ambiciones personales. Es parte del paisaje. Lo que se ve mal es el espectáculo de mostrarse dispuesto a casi todo por realizarlas.
Y llegar a ser oxígeno de la derecha, despues de haber sido elegido por los votos de la coalición gobernante peor todavía.
fuente diario La Nacion