13 noviembre 2007

¿Funciona el Comunismo?


¿Funciona después de todo el comunismo?
China está alcanzando una participación todavía mayor en el mercado mundial con los métodos de una economía planificada. Los economistas se asombran ante la aparentemente imparable marcha del país para convertirse en una superpotencia económica global.
Nueve hombres vestidos con ternos oscuros se reúnen tras altos muros rojos. Su lugar secreto de reuniones en el centro de Beijing se llama Zhongnanhai o "Lago del Medio y del Sur", y otrora fue parte de la Ciudad Prohibida. Los nueve hombres integran el Comité Permanente de la Comisión Política del Partido Comunista, el más poderoso cuerpo político del país. No fueron elegidos por el pueblo y no les interesa ser observados mientras gobiernan. Ninguno es conocido por su carisma. El Presidente Hu Jintao, de 64 años de edad, Jefe del Estado y líder del PC, y sus ocho colegas, son rígidos tecnócratas. Hu es ingeniero hidroeléctrico y los otros tienen formación en campos como la ingeniería eléctrica, la metalurgia o la geología. Pero sus debates y decisiones afectan al bienestar de 1.300 millones de chinos y cada vez más al resto del mundo. Si China no fuera un país sino una inmensa empresa llamémosla China Roja Inc. , la Comisión Política sería su todopoderoso directorio. Y si Hu no fuera un funcionario comunista sino un jefe corporativo capitalista, se vería inundado con ofertas de trabajo. Sus competidores en el Occidente capitalista sueñan con lograr los éxitos que él y sus colegas en el liderazgo comunista registran como ejecutivos de negocios. Es raro que pase un día sin que la gigantesca corporación China Roja informe sobre nuevas y deslumbrantes cifras de negocios. Mientras mira con envidia, el mundo capitalista se pregunta: ¿funciona, después de todo, el comunismo?
El veloz ascenso de China al estatus de superpotencia global económica está preocupando a muchos: a las naciones occidentales industrializadas, porque temen por sus puestos de trabajo; a los políticos, porque la balanza del poder mundial se está desplazando, y a los economistas, porque resulta tan desconcertante para ellos. Las teorías de los economistas se basan en el reconocimiento de que las fuerzas del mercado impulsan por sí mismas el crecimiento económico. El único papel del Estado es asegurar que la competencia funcione y de que nadie pueda abusar de su fuerza en el mercado a un nivel inadmisible.


Un toque de rey Midas
Para estos economistas, la caída de la cortina de hierro ofreció pruebas claras de que sus hipótesis eran correctas. En realidad, las economías planificadas de los países del bloque soviético fueron fracasos que crearon pobreza en lugar de prosperidad y dejaron tras de sí baldíos industriales. Pero China florece. Con una mezcla de economía planificada y capitalismo desenfrenado cuestión que no aparece en ningún texto de estudio, el país conquista los mercados del mundo y alcanza año tras año crecimientos de dos dígitos. Hu y sus colegas parecen tener algo parecido al toque del rey Midas. Su país constituye una gigantesca fábrica con bajos costos que ha logrado acumular más de un billón (un millón de millones) de dólares en reservas de moneda extranjera. La República Popular China, al menos en teoría, decide junto a Estados Unidos la suerte de la principal divisa del mundo. En 2005, China saltó por sobre Francia y reino Unido para convertirse en la cuarta mayor economía del planeta. El sinólogo estadounidense Roderik MacFarquhar está sorprendido por el desempeño chino. "Nunca antes", dice, "se ha creado tanta riqueza por parte de tantas personas en tan corto período de tiempo". Si China sigue creciendo al mismo ritmo, sobrepasará a Alemania como tercera mayor economía del mundo en sólo dos años, destronando incluso algún día a Estados Unidos de su posición de líder. En 2005, China era ya el segundo mayor proveedor de bienes a EEUU y el más grande a Japón.


El mercado, a favor del partido
China sobrepasó hace poco a Alemania en el número de patentes que registra. El PC se fijó la ambiciosa meta de proyectar a China a alturas de nivel mundial en ciencia y tecnología. De acuerdo al plan, sondas chinas orbitarán la Luna el próximo año y se posarán en ella en 2010. Los éxitos económicos no son los únicos logros del PC. Las ciudades chinas son más seguras que lugares como S o Paulo o Bogotá y se ven más limpias y ordenadas que los tugurios de Nairobi o de Soweto. Hu y sus colegas del liderazgo comunista no son los únicos tras los cambios. Recurren habitualmente a la asesoría de académicos en las así llamadas "sesiones de estudio". Por supuesto, todas ellas incluyen charlas sobre la historia revolucionaria de China y teoría marxista. El Consejo de Estado, presidido por el Primer Ministro, Wen Jiabao, se encarga del día a día del Gobierno. En él confluyen todos los elementos que conforman la malla de China Roja Inc.
Una década y media después del colapso de la Unión Soviética, irrumpe un país comunista que se transforma sin cesar en una superpotencia económica. Su receta para el éxito es, a primera vista, el plan quinquenal, rutinariamente desechado por los políticos occidentales debido a su prohibición de la propiedad privada de la tierra y su manipulación del tipo de cambio.
Pero los planes quinquenales son sólo un lado de la moneda en la inmensa China. El otro es un capitalismo desenfrenado que apunta exclusivamente a obtener ganancias. En este terreno, nada es sagrado. Hasta el Gran Salón del Pueblo de Beijing, cuando no está siendo ocupado por el Parlamento o el Gobierno, se arrienda a empresas extranjeras. Ford y Kentucky Fried Chicken ya lo han hecho.
Resulta irónico que, mientras los economistas de Europa y Estados Unidos promueven "menos gobierno" y "mercados abiertos" como respuesta a la globalización y al desafío chino, el partido marxista-leninista que gobierna China aprovecha abiertamente todas las ventajas del capitalismo y a la vez se niega con firmeza a renunciar al control estatal sobre la economía. ¿Está China, uno de los países menos democráticos de la tierra, poniendo un ejemplo a los países democráticos de cómo solucionar eficazmente los problemas? ¿Desmienten los éxitos chinos a los escépticos y críticos que creen que marxismo-leninismo y capitalismo son tan incompatibles como el diablo y el agua bendita?

Der Spiegel
The New York Times

34 comentarios:

= / enzo / = dijo...

la experiencia económica actual de China no puede ser desechada ni mirada en menos, sino que se le debe poner mucha atención, una mezcla de lo mejor del capitalismo, pero con fuerte énfasis social, una receta que podría imponerse a la larga.
Una de las críticas que se le hacen al capitalismo es justamente la creación de riqueza a como de lugar y el enriquecimiento de unos pocos.

petisa dijo...

si hay una mezcla mas toxica k el capitalismo+democracia esa es capitalismo+comunismo… imaginate que el gobierno se encarga de pasarse por la raja los derechos de los trabajadores, y asi aumentar la produccion. Es como un gobierno de derecha pero sin k nadie reclame (te acorday de cuando fue elegido Sarkozy, Paris estuvo en llamas como 3 dias).

En lo estrictamente economico, el dinero no tiene nacionalidad, y los capitales de las grandes empresas, van a ir donde sean mas rentables…(sea un pais comunista o no). Lo cual no pasa desapercibido, porque de aqui a unos años, EEUU va a perder totalmente su hegemonia a nivel mundial, y kizas k wea pase cuando china domine los principales mercados del mundo (siesk no los domina todavia).

Anónimo dijo...

El comunismo no funciona porque a la gente le gusta ser dueños de cosas, de sus cosas.

y les han hecho creer, que el comunismo no les va a permitir ser dueño de sus cosas.
Claro que, en la medida que se van enterando que si se les permite ser dueños, en esa medida
el comunismo va dejando de ser el patito feo para crecer y convertirse ...

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Nelson, en los sistemas capitalistas, tampoco todas las personas son dueñas de cosas, más bien las arriendan, incluso no tienen cosas, ni casa, ni autos, ni siquiera zapatos. ¿De qué hablas?
En cuanto al Comunismo-Chino, creo que todos, consecuentemente al obnubilamiento que genera la hegemonía del discurso mercantil, se centran solamente en las tasas de crecimiento, pero sería interesante ver cuáles son los niveles de distribución de la riqueza en China.

Viv. dijo...

No seamos dogmáticos, digo yo.
La libertad política debe necesariamente ser acompañada por el liberalismo económico. Lo dice una izquierdista.
Besos.

Piquillo dijo...

funciona funciona.... entre comillas...

- con millones de restricciones
- con millones de retractores
- cojeando y pataleando...



pero funciona de algun manera y subsiste en otros lares.



Éxito y Saludos !

Anónimo dijo...

Quien busque en China la hoz y el martillo amarillos sobre un fondo rojo sangre lo lleva claro. Sin embargo, el que quiera engullir una hamburguesa en el McDonald’s, o adquirir el último modelo de Louis Vuitton sólo tiene que caminar unos metros por cualquiera de las grandes ciudades del país. Quienes busquen un concesionario de Lamborghini o de Rolls Royce tendrán que andar un poco más, pero no desfallecerán. No hay duda de que China tiene poco que ver con el aislamiento de Corea del Norte, o con el parque móvil de Cuba. Ni de que el sistema chino dista mucho de aquel que diseñaron Marx y Lenin. Sin embargo, el gobierno de Pekín sigue en manos del Partido Comunista, único representante de los 1.350 millones de habitantes, y la figura de Mao continúa presidiendo los lugares clave de la República Popular.

CDG dijo...

Aparentemente puede funcionar... por un tiempo, parchado y sacrificando otros derechos que en occidente nos parecen mínimos. Por otro lado, no existe un sistema económico perfecto, o al menos no se ha encontrado uno todavía. El nuestro (no lo sabremos nosotros) está también lleno de pifias, que, creo, son inherentes al ser humano mismo.

Saludos!

Daniel Eysette dijo...

¿Es entonces China un país comunista, o no? Una impresión superficial daría como resultado un no rotundo. No obstante, es necesario un análisis más profundo para acercarse a una respuesta cuya complejidad está determinada por una constelación de factores que, en muchas ocasiones, resultan contradictorios a juicio de la mentalidad capitalista occidental. Los gobernantes chinos se curan en salud con una denominación que desborda el pragmatismo que caracteriza a este pueblo. Es el ‘comunismo con peculiaridades chinas’.

Anónimo dijo...

Creo que el comunismo definitivamente no funciona. Si China ha empezado a crecer y llegar a ser una verdadera potencia económica es porque adoptó el capitalismo. Es verdad que mantiene estructuras típicas del comunismo, que como dices tú suavizan en cierta forma lo salvaje del capitalismo, en lo que han llamado economía social de mercado.
Buen tema.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Lamento decirle a todos, que el Comunismo como Marx lo concibió jamás ha existido, pues éste no sólo concebía una sociedad sin clases ni propiedad privada, sino también sin Estado.
En China existe un Estado socialista -como lo fue la URSS o lo es Cuba-, una dictadura del proletariado, no comunismo.
La pregunta ¿Funciona o no el Comunismo? es una falacia.

Anónimo dijo...

el verdadero comunismo nunca se aplicó, es por el simple hecho de que es INAPLICABLE. Para llegar al comunismo hace falta tanta violencia, que es detestable. Y durante la dictadura del "proletariado" el Estado es tan burocrático y torpe que simplemente, no funciona. Stalin era el comunismo. Fidel es el Comunismo. Mao fue el comunismo. Y no quiero dar más nombres porque esta entrada se esta volviendo siniestra.
Y para colmo, el comunismo en sí, una vez aplicado (si tal cosa se pudiese hacer), es una injusticia tan grande hacia quienes más se esfuerzan y más capacidad tienen, que nunca van a ser éstos quienes lo promuevan. El comunismo es inútil porque deja de lado el único patrón genunino para tener en cuenta si una decisión económica es buena o no: el Mercado.

Anónimo dijo...

Muchos se empeñan en analizar lo que llega desde China con parámetros de sistemas puros, tratando de simplificar un gris con muchos matices en blanco o negro. La realidad es que estamos ante una nueva concepción de la economía y de la política. Simplificando mucho, se podría considerar que el gigante asiático juega con una política comunista y una economía híbrida de clara tendencia al capitalismo más extremo. Un modelo que empieza a extenderse por el continente, especialmente en Vietnam y Laos.

Luis Alberto dijo...

Sólo en Pekín, cada día se venden 1.500 nuevos coches. Actualmente, China importa siete millones de barriles de crudo diarios. En 2012, ese número se duplicará. La cuarta potencia económica del mundo es ya la segunda exportadora, tras Alemania, a la que se prevé que superará el año que viene, y lleva dos décadas creciendo a un ritmo superior al 10%. En 2015 será el país que más turistas reciba y, cinco años más tarde, el que principal emisor de viajeros. Ya es el tercer estado más competitivo del mundo, superando a Japón, en una lista en la que España se encuentra en el número treinta. Y su superávit, en los primeros meses de 2007, se ha disparado un 84%, situándose en más de 200.000 millones de euros. La liquidez del país permite a sus empresas, muchas de ellas todavía públicas, promover un proceso de internacionalización que incluye la compra de compañías extranjeras. Nunca antes, ni siquiera con la Unión Soviética, un estado comunista había logrado tales marcas.

= / enzo / = dijo...

Sin duda, el imparable crecimiento económico del país ha convertido a China en un importante jugador de la escena política internacional, en la que tradicionalmente se ha aliado con enemigos de Estados Unidos como Venezuela, Cuba, Irán o Corea del Norte. El hambre de materias primas ha llevado al Gran Dragón a ofrecer 20.000 millones de dólares para el desarrollo de África, donde tiene grandes intereses, o a importantes acuerdos energéticos en Latinoamérica. China no pretende polarizar el mundo en dos bloques como sucedió durante la Guerra Fría. Pero es cierto que se está alineando con países con los que comparte ideología e intereses, En esos acuerdos no existen exigencias previas como el respeto a los Derechos Humanos, un asunto al que Estados Unidos y Europa conceden gran importancia cuando se trata de China, pero que se cuidan mucho de olvidar cuando se habla de sus cárceles secretas o de sus invasiones de terceros países.

Anónimo dijo...

Si hablamos de crear conflictos sindicales, complicar la vida a los gobiernos contrarios o estimular el vandalismo en las protestas, utilizar recetas económicas ultrafracasadas, estimular el odio social basado en el resentimiento, utilizar estudiantes como carne de cañón y transformar en heroes a las victimas perdedoras, entonces si, el comunismo funciona.
Para mal.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Par Utomatik:
El Mercado tampoco es perfecto y presenta fallas en cuanto a las oportunidades, la distribución de la riqueza, en ningún caso beneficia a quienes tienen mayor capacidad o esfuerzo.
Creer eso es demasiado simplista y majadero, y significa no considerar situaciones de contigencia, historia, clase e incluso suerte.
El Mercado tampoco es la panacea para decidir qué es bueno y qué es malo. Ejemplo, la mayor demanda de organos no justifica bajo ningún punto de vista que se vendan estos.

¿Acaso el Mercado ayudaría a alguien que pierde su capacidad de esfuerzo por una contingencia como un accidente, y ya no puede competir?

Rodrigo dijo...

Existe un temor entre la comunidad internacional, que acusa a China de querer jugar en el mundo globalizado con sus propias reglas. Se amontonan las denuncias por competencia desleal, y se aplican cuotas ilegales, ya que el país asiático es miembro de la Organización Mundial del Comercio, a productos textiles e industriales. El sistema global actual está diseñado para que occidente siga ganando siempre. Es una nueva forma de imperialismo económico. Europa y Estados Unidos establecen las normas que a ellos más les convienen, y luego obligan al resto a que las acaten. Cuando un país como China, que no se rige por los mismos parámetros económicos, consigue hacerles sombra, cambian esas normas para asegurarse que siguen liderando el mundo. Critican el papel regulador del gobierno chino, que se declara abiertamente comunista, pero no consideran que sus subvenciones a los sectores agrícola o industrial sean una contaminación del comunismo, y que suponen una contradicción con el libre mercado, al que tantas bondades le ven. Pero hagan lo que hagan, no podrán detener el creciente poder de China, tanto en el ámbito económico como en el político”.

Anónimo dijo...

Oye, lo veo y no lo creo,
tan serios que se ponen todos aquí,
es para no creerlo,

interesante el tema
y gracias por darme a conocer un poquito más esto tan cuco que es el comunismo.

tu amiga

Anónimo dijo...

China es una nacion especial, que posee una idiosincrasia historicamente sumisa. China esta hecha para ser comunista. Si bien han logrado un crecimiento economico brutal no es menos cierto que esto se ha lorado a punta de 0 instancias democraticas (partido unico), restringiendo seriamente derechos humanos, censurando cualquier tipo de informacion que se considere contraria al regimen (google, yahoo y muchos sitios tienen politicas de censura para los internautas chinos), aniquilando a cualquier disidente politico (te suena Tian’anmen), usando mano de obra esclava (la misma fabrica donde se hace el hardware de la apple tiene a los trabajadores viviendo dentro de la fabrica!!) y para que hablar de los cuidados mediombientales (muchas ciudades chinas puede que sean inhabitables en un par de decenas de años con el actual ritmo de contaminacion).
Que más.

Anónimo dijo...

Hay un sentimiento cada vez mayor de que el comunismo chino se ha convertido en una mera fachada de una sociedad que ya no funciona conforme a los dogmas marxistas. La actual clase dirigente china representa la tercera generación comunista en el poder. Muy pronto dará paso a la cuarta, un proceso que se llevará a cabo a lo largo de un periodo de cambios que posiblemente termine siendo tan volátil como aquel que acabó súbitamente con el bloque soviético hace apenas una década.

Anónimo dijo...

Comunismo
existe todavía??

Anónimo dijo...

Pocos dudan de que, aunque se modere ligeramente, China va a seguir creciendo de forma espectacular, y que su peso en el ámbito internacional se incrementará junto a su PIB. Lo que nadie se atreve a pronosticar es qué sucederá con el sistema que gobierna sobre los nueve millones de kilómetros cuadrados del país. La creciente interacción con el exterior de sus 1.300 millones de habitantes, ya sea a través de Internet o del turismo, sugiere la necesidad de un cambio en el ámbito de las libertades individuales. La mayoría de la población no exige la implantación de un sistema democrático al estilo occidental, pero sí que se suavicen las restricciones que afectan a sus derechos como personas. Al parecer no tienen problema en aceptar las directrices del Partido, pero es necesario que China se adapte a las necesidades del siglo XXI, que acabe la censura de Internet y de los medios de comunicación, y que se permita a la población acceder a más puntos de vista. Porque eso no tiene nada que ver con el comunismo, sino con el autoritarismo.

Anónimo dijo...

El título del post, es un chiste?

Anónimo dijo...

El comunismo y el capitalismo son dos corrientes que no han logrado solucionar los problemas de la gente, ambos tienen serias fallas estructurales. El capitalismo puro ha demostrado que no soluciona el problema de la pobreza , y la distribución del ingreso es asquerosa.

Anónimo dijo...

No es un Comunismo puro el que se aplica en China...como tampoco fue el modelo soviético o es el modelo cubano. Es aplicación y aprovechamiento neto de las economías de escala...con una masa de 1300 millones de habitantes, un sistema similar al comunista tiene más éxito. Eso, sin contar lo que heredaron de Hong Kong y que aplican en otros centros económicos como Shanghai.

A diferencia de sus "pares", los chinos se han preocupado de combatir la corrupción...aunque en grado excesivo, condenando a muerte a los funcionarios públicos que osen intentarlo. También hay un lado oscuro, eso sí: el descuido absoluto de las normas ambientales (superar a Nairobi o Soweto no es gracia) que tiene casi a ciudades chinas en la totalidad del top-ten de las urbes más contaminadas.

Pragmatismo, esa es la palabra clave donde una cosa son las palabras y la veneración a Mao...pero otra cosa se ve en los hechos. Además, no te olvides que China siguió su vertiente propia...de no haber sido así, hubiese caído junto con la Unión Soviética. Saludos cordiales.

Koke dijo...

Concuerdo plenamente con Luis Alejandro. El artículo de la revista me parece demasiado tendencioso y erróneo. El capitalismo necesariamente requiere de una fuente de liberalismo y por ende, para la supervivencia del Partido es necesaria la mano fuerte del comunismo en la esfera social y política. Esto no significa que el capitalismo y el marxismo vayan de la mano. Ello no traerá sino muchos más problemas a la potencia asíatica, por cuanto a mayores libertades económicas, seguirá la petición de mayores libertades políticas y sociales, que ya están presentando en temas como la ecología o la religión.Cambios para solucionar el tema van apareciendo lentamente, como el año pasado cuando la Asamblea Popular China, accedió a aprobar la propiedad privada en China.

Sebastian Rohan dijo...

El uno de julio de 1997, China adoptó finalmente el sistema diseñado por Deng Xiaoping de ‘un país, dos sistemas’. Hong Kong entonces, y Macao dos años después, colonias británica y portuguesa respectivamente, se integraron en la china comunista. Mantendrán su capitalismo intacto hasta 2046 y 2049, momento en el que se fundirán completamente con la Madre Patria. Teniendo en cuenta los vertiginosos cambios que se dan en el país de Mao, es posible que sea China la que termine adoptando el sistema de las ex colonias, y no viceversa.

Luis Alberto dijo...

El resultado podría ser similar al Singapur de la actualidad, una ciudad-estado paradigma del capitalismo que combina una de las mayores libertades económicas del mundo, con un gobierno autoritario no elegido democráticamente. Son significativas dos características de este modelo. En primer lugar, el hecho de que Singapur también fue colonia británica, y en segundo término, la composición de la población, cuyo 85% pertenece a la cultura china.

Anónimo dijo...

Creo que el comunismo ni siquiera existe...

Anónimo dijo...

Un país
Dos sistemas
estoy de acuerdo con Sebastian, en que el capitalismo absorverá lo poco que irá quedando del comunismo...

Anónimo dijo...

Menudo tema. En China funciona aunque la mayoría de los países lo ha desechado.

Javier Bazán Aguirre dijo...

El comunismo no funciona, así que el título es tendencioso. Lo que funciona es el capitalismo despreciado por las élites latinoamericanas.

Anónimo dijo...

chupala meando comunista ctm