Nueva FEUC destronó al gremialismo en su cuna.
El gremialismo no lo puede creer. El tribunal calificador de elecciones les confirmó la derrota. Su bastión, la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica, vuelve a manos de un socialista. La lista Nueva Acción Universitaria (NAU), liderada por Miguel Crispi e integrada por independientes cercanos a la Concertación, logró el 51,39% de los votos, en segunda vuelta.
La lista gremialista, denominada 1-A, encabezada por Cristián Benavente, obtuvo un 48,62% y, dado el hecho que en esta federación las listas son cerradas, todos los cargos de la nueva FEUC se los lleva la NAU que se constituirá de la siguiente forma: presidente, Miguel Crispi (en la foto); primer vicepresidente, Jorge Andrés Leyton; segundo vicepresidente, Lyssue Quiroga; secretario general, Nicolás Valenzuela; primer secretario ejecutivo, Francisco Pinochet y segundo secretario ejecutivo, Martín Felipe Cáceres.
En términos de participación la elección fue un éxito, ya que según cifras oficiales del Tricel, votaron 11.877 alumnos, de un total de cerca de 17 mil que tenían derecho a voto, lo que equivale a casi un 70% de participación.
Para Miguel Crispi, futuro sociólogo y cuya lista obtuvo 6.013 votos, el nivel de participación "demuestra que cuando los jóvenes tienen propuestas importantes, podemos romper el estigma de la apatía. La UC puede construir una mejor universidad y aportar a un mejor país".
Sobre esa misma base, estimó que la campaña gremialista en la segunda vuelta "fue negativa, porque no puso por delante su proyecto, sino que atacó lo nuestro. Nosotros en cambio resaltamos nuestra propuesta y quedó claro que la gente vota por proyectos".
El presidente electo también se refirió a la discusión de la Ley General de Educación. "Desde mi punto de vista, la LGE tiene grandes avances y grandes fracasos. La superintendencia y la agencia de calidad dan un marco para asegurar calidad, pero al mismo tiempo, esta ley protege un sistema segregado para ricos y pobres, frente a lo cual esta institucionalidad es parche, no soluciona el problema basal", dijo.
En la propuesta de la NAU, uno de los centros argumentales fue la defensa de la educación pública y Crispi sostuvo que la todavía desconocida propuesta legislativa del Gobierno en la materia tiene "la gran debilidad de ser fruto de un acuerdo contingente. Por eso no atacan problemas de fondo. Porque hay luchas externas a los propios partidos que ensucian el tema. Por eso es importante que los estudiantes volvamos a liderar y a no ser meros espectadores".Para ello, anticipó una alianza estratégica con el nuevo presidente de la FECh, Federico Huneuss, y con las directivas de otras federaciones.
Este resultado es una proyección de lo que le va ocurrir a la Alianza en futuras elecciones. Raspará el 50% pero no les va alcanzar.
fuente Diario La Nación y LUN